Sin hacer ruido, sin provocar escándalos, y sin dejarse notar más allá de lo necesario, el CEO de Microsoft Satya Nadella es, posiblemente, el alto ejecutivo de más éxito en la última década. Celebra sus diez años en el cargo con un dato impresionante: Microsoft vale hoy diez veces más que cuando cogió las riendas.

Satya Nadella se convirtió en CEO de Microsoft en febrero de 2014. Por aquel entonces, la compañía valía 300.000 millones de dólares en Bolsa. En febrero de 2024 Microsoft vale 3,06 billones de dólares, es decir, diez veces más.

Los datos contrastan con los de su predecesor, Steve Ballmer, en cuyo mandato Microsoft perdió el 30% de su valor. Pera tampoco es justo comparar, porque las circunstancias económicas y los mercados son diferentes.

Satya Nadella, el CEO tranquilo

Ingeniero eléctrico e informático de carrera, Satya Nadella, 56 años, nació en Hyderabad, en la India. Comenzó a trabajar en Microsoft en 1992, en el departamento de investigación y desarrollo (I+D).

Después ascendió a presidente de la División de Servidores y Herramientas, en donde se encargó de desarrollar la nube Azure, e integrar los servidores de Microsoft en ella.

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Precisamente, su gestión de la nube y conocimiento del medio es lo que ha hecho que Microsoft sea hoy en día uno de los líderes de este mercado. Con su inteligente alianza con OpenAI, también marca el paso en el sector de la inteligencia artificial.

Inteligencia es, posiblemente, la palabra que mejor define a Nadella. Entre sus puntos fuertes está su capacidad para elegir con acierto las adquisiciones de la compañía. En 2016 Microsoft compró LinkedIn, por 26.200 millones de dólares. También GitHub, el repositorio de software, por 7.500 millones.

Pero su adquisición más importante es Activision Blizzard, el gigante de los videojuegos, por 69.000 millones de dólares.

Gracias a estas compras, y al boom de la inteligencia artificial, Microsoft vale hoy más en Bolsa que la propia Apple, y ya es la compañía más valiosa del mundo.

Este gigante del software también ha dejado atrás su filosofía de código propietario, y ahora incluso desarrolla para Linux. Ha introducido este sistema operativo abierto en el propio Windows.

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Pero no todo son flores en los diez años de Satya Nadella al frente de Microsoft. Ha tenido algunas declaraciones desafortunadas, como cuando respondió a las mujeres de la compañía que pedían el mismo sueldo que sus compañeros, con la frase "pedir mejor sueldo no es buen karma".

Y ya tiene un fracaso sonado, que él mismo reconoce: abandonar el mercado de móviles, y no poder competir con Apple y Android. Aunque aquí poco podía hacer, tras las numerosas equivocaciones de Steve Ballmer, y del propio Bill Gates.

Tampoco ha sabido competir con Google en el mercado de los buscadores. Y aunque Microsoft es uno de los líderes en el sector de la inteligencia artificial, aún tiene que demostrar que puede capitalizar este liderazgo. Por ahora no ha sabido sacar provecho a la integración de ChatGPT en Bing, no consigue que la gente use su IA Copilot.

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Además, la Unión Europea está investigando si su alianza con OpenAI es solo eso, o una compra encubierta para eludir los controles antimonolio. Microsoft invirtió 20.000 millones de dólares en OpenAi el año pasado, para obtener acceso privilegiado a las últimas herramientas y modelos de lenguaje de OpenAI.

Con muchas más luces que sombras, en sus primeros diez años en el cargo el CEO de Microsoft, Satya Nadella, puede presumir de haber multiplicado por diez el valor de la compañía. Un logro impresionante.