Todo el mundo habla de ella pero, ¿y si la inteligencia artificial general no llegase a hacerse realidad nunca?

En estos momentos, nadie sabe dónde están los límites de la inteligencia artificial, hasta dónde puede llegar esta tecnología en el futuro y, sobre todo, si supondrá un peligro real para la humanidad, tal y como vaticinan los más catastrofistas. Pero si existe un término que despierta interés y recelo a partes iguales, es el que supone la llamada inteligencia artificial general. 

Todo el mundo da por hecho que esta llegará, ya sea para hacernos vivir felices y sin trabajar o para acabar con el mundo tal y como lo conocemos. Sin embargo, ¿y si no pasara ni una cosa ni la otra? Es decir, que simplemente este tipo de avances no se produjeran. No es ni mucho menos impensable porque, para empezar, se trata solo de teoría (al menos por ahora). 

¿Qué es la inteligencia artificial general?

Ahora que programas como ChatGPT o Gemini, entre muchos otros, han puesto de moda la inteligencia artificial, la mayoría de la gente está convencida de que la inteligencia artificial general no tardará en aparecer. No obstante, no todo el mundo parece tener claro en qué consiste esta exactamente. Su revolución sería tan considerable, que quizá ni suceda.

Para que te hagas una idea, actualmente la IA tiene funciones concretas, que pueden ser desde crear un diálogo con el usuario hasta una imagen, o lo que sea. Sin embargo, está diseñada para cumplir con una función específica. Su evolución, en cambio, la permitiría realizar todo tipo de tareas, y lo que es más impresionante, sin que el hombre la forme para ello.

De hecho, otro de los adelantos de esta superinteligencia pasaría porque ella misma aprendería, sin necesidad de ayuda humana, y podría mejorar y evolucionar (de ahí el temor que despierta en mucha gente y que tantas veces se ha tratado en el cine). Muchos dan por hecho que es solo cuestión de tiempo que suceda, pero, por el contrario, existen argumentos que apuntan a lo contrario. 

Hay que empezar por recordar que A día de hoy, la IAG sigue siendo pura teoría y no una realidad práctica. Los sistemas actuales de IA, aunque muy avanzados en algunos campos específicos, no poseen la flexibilidad cognitiva de la inteligencia humana. De hecho, el cerebro humano es extremadamente complejo y nuestra comprensión actual de cómo funciona es limitada. 

¿Lejos de la inteligencia artificial general?

¿Qué quiere decir esto exactamente? Pues que modelar y replicar la complejidad de un entendimiento humano en una máquina puede ser mucho más difícil de lo que se anticipa actualmente. Además, las tecnologías actuales, tanto en hardware como en software, pueden no ser adecuadas para soportar el tipo de procesamiento necesario para la IAG. 

Todo ello sin tener en cuenta otro factor fundamental: la creación y mantenimiento de una inteligencia artificial general puede requerir cantidades inmensas de recursos y energía, por lo que probablemente resultaría insostenible a largo plazo. 

Así que nadie puede adivinar qué sucederá en el futuro, pero tampoco da la impresión, si se analiza subjetivamente, de que la inteligencia artificial general esté a la vuelta de la esquina. De ChatGPT a Terminator hay un mundo. 

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Etiquetas: Inteligencia artificial