Hoy día el usuario cuenta con multitud de servicios que utiliza en Internet, como puede ser el acceso al correo electrónico, a su servicio de streaming favorito o a sus redes sociales, y todas requieren de unas credenciales de acceso, como es el nombre de usuario y la contraseña correspondiente.

Esto hace que, si no usamos un gestor de contraseñas, nos va a tocar memorizar todas las credenciales de acceso de las decenas de servicios en los que estamos registrados.

Por suerte, Windows 11 va a preparar el terreno para que te despidas de las contraseñas clásicas para siempre.

La próxima actualización estable para Windows 11 ofrecerá soporte para claves de acceso, una forma de iniciar sesión sin contraseña que utiliza por ejemplo tu huella digital, el PIN del dispositivo o incluso tu rostro para iniciar sesión en las distintas cuentas.

Esta característica fue anunciada el pasado jueves durante el evento de Microsoft, y la próxima actualización de Windows 11, que se espera para el 26 de septiembre, incluirá esta nueva funcionalidad de soporte para claves de acceso.

En concreto, estas claves de acceso de Windows 11 se crean a través de Windows Hello. Según señala Microsoft: “Las claves de acceso son el futuro multiplataforma y multiecosistema para acceder a sitios web y aplicaciones”.

En todo caso conviene aclarar que estas claves de acceso solo pueden reemplazar a las contraseñas de toda la vida en sitios web, aplicaciones y servicios que admitan el estándar de autenticación de claves llamado WebAuthn.

De esta forma se espera que las claves de acceso reemplacen a las contraseñas tradicionales en el futuro, y para ello se harán uso de los propios métodos de autenticación de los dispositivos actuales.

Esto nos permitiría iniciar sesión en nuestro correo electrónico o en el servicio de streaming usando Face ID en el iPhone, a través del sensor de huellas dactilares en Android, o con Windows Hello en un ordenador.

Esta tecnología básicamente lo que hace es generar dos claves diferentes cuando se crea una clave de acceso, una se almacena en el sitio web o servicio que queramos acceder y la otra clave se almacena en nuestro propio dispositivo para verificar la identidad.