El núcleo interno juega un papel clave en la generación del campo magnético que protege la Tierra de cosas como la radiación y el viento solar. Los científicos están muy interesados en entender cómo funciona este núcleo, pero no pueden ir directamente al centro de la Tierra. Entonces, confían en mediciones indirectas basadas en lo que pueden observar en la superficie.

Teniendo esto en cuenta, parece que el núcleo interno no es tan estable como se pensaba. Un equipo de científicos de la Universidad de Wuhan descubrió que cada 8,5 años, se tambalea ligeramente, inclinándose alrededor de 0,17 grados. Este descubrimiento, tal y como mencionan, se hizo al estudiar pequeños cambios en la rotación de la Tierra y en la posición de los polos.

Este movimiento comentan que coincide con el tambaleo del núcleo interno. Parece que este núcleo está inclinado en relación con el manto de este planeta, y este ligero "bamboleo" ocurre porque giran alrededor de ejes un poco diferentes.

Además, el núcleo interno muestra diferencias de densidad entre sus hemisferios, lo que podría tener un papel importante en la forma en que el núcleo externo contribuye al campo magnético terrestre.

Puede parecer una tontería, pero este descubrimiento tiene grandes implicaciones

Estos descubrimientos sobre el movimiento del núcleo interno de la Tierra tienen importantes implicaciones para entender cómo funciona internamente el planeta y pueden afectar varios aspectos de la geodinámica terrestre, de decir, todo aquello que se produce a nivel geológico a simple vista:

Por ejemplo, el movimiento del núcleo interno sugiere actividad dinámica en las capas más profundas de la Tierra, lo que podría influir en la generación del campo magnético y otros procesos geodinámicos.

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Dado que el núcleo interno juega un papel clave en la generación del campo magnético, sus movimientos podrían afectar la estabilidad y orientación de este campo, con consecuencias para la protección contra la radiación y la navegación magnética.

Por otro lado, los científicos podrían necesitar revisar y ajustar modelos existentes sobre la estructura interna de la Tierra y sus procesos geodinámicos, abriendo nuevas áreas de investigación para comprender mejor la evolución a largo plazo del planeta.

Finalmente, y aunque indirectamente, la actividad del núcleo interno podría tener alguna influencia en la estabilidad a largo plazo del sistema climático terrestre.