Justo empezamos a notar las altas temperaturas con el comienzo del verano, y quizás esto solo sea el principio, porque investigadores incluso sitúan a 2023 como el que podría ser el más caluroso de la historia.

Y ya es oficial, Europa tuvo el verano más cálido registrado el año pasado, algo que contribuyó a miles de muertes y a fenómenos naturales extremos.

“El continente se calentó 2,3 °C por encima del promedio preindustrial”, así lo señala un informe conjunto de la Organización Meteorológica Mundial y el Servicio de Cambio Climático Copérnico de la Unión Europea.

Y además, las temperaturas de la superficie del mar alcanzaron niveles récord y también hubo derretimiento de los glaciares sin precedentes.

Las consecuencias del calor

Todos los peligros climáticos registrados el año pasado, incluido las olas de calor, provocaron 16.365 muertes y causaron daños por valor de 2000 millones de dólares.

“El verano fue el más caluroso jamás registrado: las altas temperaturas exacerbaron las severas y generalizadas condiciones de sequía, alimentaron violentos incendios forestales que resultaron en la segunda área quemada más grande registrada y provocaron miles de muertes excesivas asociadas con el calor”, dijo Petteri Taalas, secretaria general de la OMM.

Y es que Europa se enfrenta a unos años complicados: “Esta medida de 2,3 grados de cambio climático en Europa es una noticia impactante”, dijo William Collins, profesor de procesos climáticos en la Universidad de Reading del Reino Unido. “El enfoque tradicional en las temperaturas globales tiende a pasar por alto el hecho de que en Europa la tasa de calentamiento puede acercarse al doble del promedio mundial”.

No obstante afirma que otros países como Alemania, Reino Unido y España tuvieron su año más cálido registrado en 2022 y la temperatura promedio anual general estuvo entre la segunda y la cuarta más alta registrada en la historia. Además destaca que fue el cuarto año de sequía consecutivo para Portugal y España.