Cuando tu ordenador comienza a mostrar signos de fallas tanto en el rendimiento como en la estabilidad, ya sea que se congele al abrir programas, se tarde en encender o se caliente demasiado, es natural que busques formas de actualizarlo y mejorar su potencia. 

Se tratan de señales que indican que algunos de sus componentes han llegado al final de su vida útil y necesitan ser reemplazados. Es natural que, ante esta situación, comiences a buscar los modelos más potentes y completos del mercado, con el objetivo de darle una nueva vida a tu viejo PC.

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Sin embargo, comprar lo más caro no siempre es lo mejor. De hecho, ciertas actualizaciones pueden convertirse en auténticos agujeros negros para tu presupuesto, sin ofrecerte un retorno de la inversión significativo, por lo que es importante ser selectivo.

En este artículo, te compartimos cinco componentes en los que no deberías gastar tu dinero si estás a punto de actualizar tu PC, ya que su impacto en el rendimiento general será mínimo o incluso nulo, por lo que aprenderás a invertir sabiamente tu presupuesto para obtener la mejor experiencia.

Discos SSD de gran capacidad y velocidad

Los discos SSD han revolucionado el mundo de la informática, ofreciendo velocidades de lectura y escritura incomparables en comparación con los discos duros tradicionales (HDD). Sin embargo, no siempre es necesario invertir en un SSD de la mayor capacidad y velocidad disponible.

Si bien es cierto que estos discos te permitirán cargar juegos y programas en un abrir y cerrar de ojos, la diferencia en el rendimiento real entre un SSD de 500 GB y uno de 1 TB, por ejemplo, será prácticamente imperceptible en la mayoría de los casos. 

Lo mismo ocurre con las velocidades de lectura y escritura: a menos que te dediques a la edición de vídeo o trabajes con archivos de gran tamaño de forma habitual, no notarás una diferencia significativa entre un modelo que alcanza 5.000 MB/s y uno que llega a 7.000 MB/s.

En su lugar, opta por un SSD de buena calidad con una capacidad adecuada a tus necesidades. Uno de 500 GB o 1 TB será suficiente para la mayoría de los usuarios, y te permitirá disfrutar de una mejora notable en el rendimiento sin tener que gastar una fortuna.

Ventiladores adicionales

La refrigeración adecuada es esencial para garantizar el buen funcionamiento de tu PC, especialmente si utilizas componentes de alto rendimiento. Sin embargo, instalar demasiados ventiladores puede ser contraproducente.

Si tu equipo se calienta demasiado, es lógico que te plantees añadir más ventiladores para mejorar la circulación del aire. Sin embargo, debes tener en cuenta que más ventiladores no siempre significan mejor refrigeración. 

De hecho, un exceso puede generar ruido adicional, acumular más polvo y, en algunos casos, incluso afectar al flujo de aire dentro de la caja. Se recomienda enfocarte en un flujo de aire eficiente con 2 o 4 ventiladores de buena calidad como máximo. 

Un buen sistema de refrigeración por aire con un número adecuado de estos componentes estratégicamente bien ubicados será suficiente para mantener tu PC a una temperatura óptima en la mayoría de los casos.

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Tarjeta de sonido: ¿Realmente necesitas una?

Las tarjetas de sonido dedicadas solían ser populares hace años, cuando las placas base no ofrecían audio de alta calidad de serie. Sin embargo, en la actualidad, la mayoría de las placas vienen con audio integrado que es más que suficiente para la mayoría de los usuarios.

A menos que seas un profesional del audio que necesita un sonido de alta fidelidad para su trabajo, invertir en este componente no te dará una diferencia significativa en la experiencia de audio al escuchar música, jugar o ver películas. 

En su lugar, es más recomendable destinar ese presupuesto a la compra de unos auriculares de calidad que te brinden, una experiencia de sonido envolvente y personalizada, que incluya soporte para cancelación de ruido, ten por seguro que lo disfrutarás al máximo.

Procesadores de alta gama

Los procesadores de gama alta ofrecen un rendimiento excepcional, pero su precio también es elevado. En la mayoría de los casos, un procesador de gama media será suficiente para satisfacer tus necesidades, tanto para juegos como para tareas cotidianas.

Si no eres un jugador profesional o un usuario que necesita un rendimiento extremo para tareas específicas, como la edición de vídeo o el diseño gráfico, no es necesario que inviertas en un chip de tales magnitudes, de lo contrario, no solo gastarás en la CPU, sino también debes comprar una nueva placa base que soporte dicho componente. 

Un procesador como el Intel Ultra i7 o el AMD Ryzen 7 te ofrecerá un rendimiento más que suficiente para la mayoría de las tareas, sin tener que gastar una fortuna. 

Tarjetas gráficas con overclock

Cuando se trata de mejorar el rendimiento gráfico de tu PC, las tarjetas gráficas son una de las primeras opciones que vienen a la mente. Sin embargo, optar por una tarjeta gráfica con overclock puede no ser la mejor inversión en términos de relación calidad-precio. 

Si bien estas tarjetas pueden ofrecer velocidades de reloj ligeramente más altas y mejoras en la refrigeración, el aumento en el rendimiento puede ser mínimo y no justificar el coste adicional.

Estos componentes son modelos que vienen preparados de fábrica con velocidades de reloj más altas que las versiones estándar. Esto significa que, teóricamente, ofrecen un rendimiento mejorado sin necesidad de ajustes adicionales. 

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Además, el hecho de que el overclock se realice de serie significa que los usuarios no tienen la opción de ajustar las configuraciones para obtener un rendimiento aún mayor, lo que limita aún más su valor en términos de personalización y optimización.

Al final, puede ser más rentable invertir en una versión estándar y realizar el overclock tú mismo, sería lo más recomendable, ya que no gastarías de más y obtendrás un rendimiento superior.