Logo Computerhoy.com

¿En qué se parece Tinder al ajedrez y por qué está perdiendo la partida?

¿En qué se parece Tinder al ajedrez y por qué está perdiendo la partida?

Pexels

Realmente nunca he usado Tinder. Descargué la aplicación un par de días allá por 2014, por curiosidad, pero pronto me resulto poco natural y la desinstalé. 

Ahora bien, en estos once años he visto como mis amigos se convertían en expertos en Tinder y reservaban un día a la semana para su match. Incluso llegué a ver alguna pareja —como un mirlo blanco— formada a través de ella.

Tinder fue la tercera aplicación para móviles y smartphones que más dinero generó en el año 2020: 441 millones de dólares de beneficio, pero cada vez más no consigue atraer a las generaciones más jóvenes y pierde valor. Su grupo matriz, Match, se ha llegado a desplomar un 75%.

Además, parece que la competencia —Bumble— no consigue tomar el testigo. Las apps de ligar no convencen a la generación Z. ¿Por qué sucede?  Puede que no sea un experto en apps de ligar, pero conozco cómo funcionan los sistemas de emparejamiento en los videojuegos. Cuando leí la palabra Elo, supe perfectamente qué era.

Matanza de cerdos, la estafa en apps de citas como Tinder que está vaciando muchos bolsillos

Hace tiempo que Tinder niega utilizar este parámetro, que viene del sistema de clasificación del entorno competitivo del ajedrez, y que confirmó su entonces CEO allá por 2016, pero, ¿qué significa? 

Elo quiere decir que hasta que lo cambiaran (si lo han cambiado) los usuarios en Tinder se medían en un ranking equilibrado por las victorias —match— o derrotas —deslizar— frente a usuarios peor o mejor clasificados proporcionalmente. 

Un ajedrecista común que pierde contra un campeón mundial es lo previsible. Ahora en Tinder hablan de un "sistema dinámico que influye en como los miembros interactúan". También sucede entre los gamers. 

¿Se está convirtiendo LinkedIn en el nuevo Tinder?

El Elo se transforma de Elo a Elo Oculto o a Sistema de Emparejamiento (MMR), o a cualquier otra cosa, pero es innegable que existe, se llame como se llame. Es imposible no reglar algo así. 

Es lo que determina con quién juegas y cuanto subes en la clasificación si ganas o pierdes. En torno a él, hay estrategias de la empresa, y del usuario, inevitablemente. En este caso, diferentes para hombres y mujeres.

El algoritmo del amor de Tinder

Mujer encontrando el amor en Internet

En El Algoritmo del Amor la periodista Judith Duportail investigó y llegó a encontrar en las patentes de Tinder varios parámetros —Tinder niega varios de ellos como los ingresos— que podrían ser tenidos en cuenta en este emparejamiento. 

Edad, sueldo, matches conseguidos, palabras clave en el perfil, tasa de éxito de las fotos y en definitiva todos los datos en las 800 páginas que componían los datos de la periodista después de varios años la app. 

Que algo esté en una patente, reactualizada hasta tres veces, no indica que sea realmente así, el algoritmo es oculto, pero es un gran indicio, al menos de como se plantearon algunos temas. Lo cierto es que los comunicados y acciones de Tinder desde entonces están cambiando a otra dirección.

Telegram quiere ser el nuevo Tinder: 5 canales para contactar, encontrar el amor y otras cosas

Sea como sea, la periodista denunció un Tinder con una estrategia de comunicación transgresora que no podría permitirse desvelar un sistema de emparejamiento que funcionaba reproduciendo modelos cuestionables desde esa óptica.

Hombre mayor con más ingresos para mujeres jóvenes, puro estilo DiCaprio. Como McDonald retirando pajitas de plástico. Pero también la orquestación de una idea de "destino" fomentando coincidencias en lugares de la infancia, las iniciales del nombre, por ejemplo.

Tinder forma parte de Match, un gran conglomerado de apps, y además colabora estrechamente con grandes plataformas como Spotify, por lo que los datos, pueden ser usados no solo para encontrar pareja en Tinder, también para vender publicidad o hacernos saltar de plataforma si no encajamos.

Europa y su lucha por la privacidad de los usuarios

Que las empresas utilizan nuestros datos ya no es una sorpresa. Vivimos un contexto en que Europa, mediante el Reglamento de Protección de Datos o la Ley de Servicios Digitales, lucha contra esta práctica.  

Buscan conceptos como responsabilidad algorítmica o lidia con los dark patterns, técnicas con las que manipulan las webs. ¿Ejemplos? 

Threads llega a Europa por Navidad, Mark Zuckerberg ya lo tiene todo listo

YouTube demandada por su sistema detección de los que utilizaban bloqueadores de anuncios. TikTok obligada a poder dar a elegir a sus usuarios si quieren un feed basado en el algoritmo. Meta cuestionada por su promoción sin publicidad a cambio de los datos. 

Más aún, la IA ha sido entrenada con todos esos datos, y las propias compañías aseguran que tendrá un papel en las apps para ligar. En este sentido, uno de cada 5 hombres ya utilizaría la IA para conseguir más citas en apps como Tinder, según Insider.

El EloHell y la paradoja de Tinder

Volviendo a la comparación con los videojuegos, buscan solo una cosa, que sigas jugando. Igual que Tinder. El problema en la aplicación de ligar es que cada usuario con éxito serían dos potenciales clientes perdidos: es la paradoja de Tinder.

De modo que habría rentabilizado los saltos de ranking. "La atracción se convierte en la anticipación de una validación", señalaba Duportail. 

El EloHell es un concepto gamer que significa que has perdido de más contra gente de menos nivel y estás atrapado en emparejamientos que te perjudican. Como si el Real Madrid jugara siempre contra un equipo en descenso y solo pudiera ganar un punto, pero perdiera cinco en la derrota. 

Muchos recomiendan borrar la cuenta de Tinder si llegas a él, otros plantean estrategias para sacar la cabeza a flote. Traducido a Tinder, menos veces que verán tu perfil.

App películas

Las rachas o jugar con alguien de más nivel que tú, evitar los enfrentamientos no favorables o hacer un buen inicio de temporada serían clave para posicionar bien. 

En el caso de Tinder puede ser dar poca información o estudiar tácticamente cuando elegir dar un sí, toda una estrategia para sentirse validado y seguir escalando. Después existe el concepto de EloBoost, ilegal en juegos. Se trata de pagar a alguien para que te suba la cuenta. 

En Tinder se traduce en pagar para subir tu ranking con Tinder Gold, o incluso ser VIP con Tinder Select. Sin duda, un chute temporal de ego, pero también un castigo de realidad al volver a tu sitio.

Mantener el equilibrio entre conseguir citas, y que sigas dispuesto a pagar, parece seguir funcionando con los viejos usuarios, ya acostumbrados a este modelo, pero parece que no con los jóvenes que entran nuevos. Algunos escándalos con bots falsos, recogidos por New York Times, tampoco han ayudado. Sin embargo, Tinder parece que lo está intentando con nuevos ajustes de su algoritmo.

Comunidades de seductores, coach y espiritualidad

Tinder puede decir que Elo es un concepto anticuado, pero hay todo un ecosistema alrededor del funcionamiento de su algoritmo. Se llame como se llame. Basta con teclear: Tinder Algoritmo en Google para que salten varias comunidades de "seductores" que enseñan a hackear su ELO.  

Puede parecer banal, pero más allá del negocio de Tinder, este tipo de plataformas de "estrategias para ligar" pueden ganar mucho dinero. Hablan del noob boost (o aprovechar el tirón que da Tinder al novato) o estrategias de early game (juego temprano) buscando solo matches de "alto valor".

Microtraumas: no hace falta vivir una situación límite para devastar la salud mental

Podemos rastrear su existencia moderna a mucho antes de Tinder, quizá en El Método, del periodista y "seductor" Neil Strauss, dónde narra un reportaje para la Rolling Stone que le lleva a ser el mejor en técnicas de manipulación para conquistar mujeres.

Su teoría ha mutado y sido rentabilizada por foros, canales de YouTube, coaches para ser millonario, gente molestando en las calles y hasta un reality show. De todo un poco. Y para los que quieren paz mental, hay talleres de "espiritualidad".

Una visión del mundo en que hay unas reglas sobre las que se puede hacer trampa. Conseguir romper el algoritmo, sin tener en cuenta los sistemas de recompensa del cerebro en que se basan muchas de estas estrategias y sus perjuicios y daño a futuro.

Hacia un Tinder más preocupado por sus usuarios

Tinder se actualiza con nuevas funciones que te ayudan a “romper el hielo"

El impacto de las redes sociales en el autoestima y la salud mental es cada vez mayor.  El Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad identifica que un 11,3% de individuos entre 15 y 24 años se hallan en una categoría de riesgo elevado de desarrollar un patrón de uso compulsivo. Aunque el 80% considera está más conectado a su entorno por el uso de Internet y las redes.

Además, surgen nuevas profesiones oscuras, como los sexters. Agencias de profesionales que chatean con usuarios haciéndose pasar por la estrella de OnlyFans ganando 500 dólares el día.

Cerebral comparte datos privados de salud mental de 3,1 millones de pacientes con Meta, TikTok y Google

O los moderadores de redes sociales —que taponan con su salud mental lo que no puede llegar a la superficie— con secuelas psicológicas inimaginables.

Tinder está aplicando cambios. Ahora facilita los datos, ayuda con red flags, —quién sabe si con las beige flags— asegura que trabaja en un modelo que se basa más en las conexiones reales y banea, entre otras nuevas funciones.

¿Estrategia de comunicación? ¿Cambio hacia un modelo más sostenible para el autoestima? El tiempo lo dirá. Si no lo consigue, Tinder solo se parecerá al ajedrez en que cada vez lo juegan menos jóvenes. El deporte mental rey sí ha demostrado sus beneficios psicológicos y reglas meridianamente claras.

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Computerhoy.

Etiquetas: aplicación