En esta zona del mundo no existen zonas horarias y cada uno decide qué hora es
En esta región del mundo, el concepto de zonas horarias no tiene sentido. Debido a su ubicación geográfica, la duración del día y la noche varía mucho a lo largo del año, y no hay un patrón fijo que se pueda seguir.
En la mayoría de los lugares del mundo, la hora está determinada por la posición del sol en el cielo. Sin embargo, en los polos, la situación es completamente diferente, ya que debido a la inclinación de la Tierra, los polos tienen periodos de luz y oscuridad prolongados.
Por ejemplo, en el Polo Norte, el sol está visible durante 24 horas al día durante el solsticio de verano, y no se ve la luz a lo largo del invierno. El Polo Sur, por su parte, la situación es a la inversa.
La Antártida es un continente que no pertenece a ningún país, pero que está dividido en territorios reclamados por diferentes naciones. Aunque no hay residentes permanentes, hasta 5.000 personas, dependiendo de la época del año, pueden vivir allí en bases militares o científicas que para facilitar la comunicación, así como la coordinación, adoptan la misma zona horaria que la de sus respectivos países.
Para entender un poco esta situación, ponemos como ejemplo la estación Amundsen-Scott South Pole, que está situada en el polo sur geográfico, y sigue la hora de Nueva Zelanda, puesto que la estación es operada por Estados Unidos y el país neozelandés.
El Ártico, en cambio, es una región que está formada por el océano Ártico y las tierras que lo rodean. Cabe señalar que no hay una zona horaria oficial para este territorio, ya que depende de la posición geográfica, así como de la dirección de viaje de cada barco o avión que lo atraviesa.
Es por esta razón que el capitán del barco tiene la autoridad para decidir qué zona horaria usar, según su conveniencia y la de su tripulación. Al final, esto puede provocar algunas situaciones curiosas, como que dos barcos que se encuentran en el mismo lugar tengan horas diferentes.
Así es vivir en un lugar donde no hay zonas horarias
Los polos son parajes únicos en el mundo, donde la vida y el trabajo tienen características especiales que los diferencian de otras regiones. Una de ellas es la ausencia de horario de verano e invierno, lo que evita tener que ajustar el reloj dos veces al año.
Debido a la inclinación de la Tierra, los polos reciben más o menos luz solar dependiendo de la época del año. Esto hace que haya periodos de luz o de oscuridad casi constantes, que pueden durar varios meses, pero estas condiciones pueden alterar tu ritmo circadiano, que es el reloj biológico que regula tu sueño.
De esta manera, visitar los polos es una oportunidad única para conocer un ambiente extremo y fascinante. El clima es muy frío y seco, y la vegetación, así como la fauna, son escasas. Podrás ver glaciares, icebergs, auroras boreales o australes.
Además, podrás experimentar cómo es vivir en un lugar donde el tiempo no se mide por el sol, sino por el calendario. Esto puede ser un desafío, pero también una ventaja, ya que podrás aprovechar la el día o la noche para hacer cosas diferentes, al final, la zona horaria se puede elegir a placer.
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