Las cosas, poco a poco van cambiando y la tecnología sigue su avance natural. A medida que nos acercamos a su octavo cumpleaños, el conector USB-C ya forma parte integrante de la mayoría de portátiles, teléfonos y tablets actuales. Incluso los MacBooks, iPads y Chromebooks se están pasando al USB-C.

En otras palabras, la sociedad y las grandes empresas tecnológicas se están adentrando en la era del USB-C, y la antigua clavija rectangular USB Tipo-A, al igual que otros conectores como el Lightning, se están yendo poco a poco por el camino de los dinosaurios.

Con respecto a este último, ya hemos sido partícipes de cómo el Parlamento Europeo votó a favor de la legislación que obliga a los fabricantes de teléfonos a adoptar los conectores USB-C a partir de 2024 y claro, Apple se ha quedado casi a cuadros.

El USB-C tendrá que ser el puerto común en una amplia gama de dispositivos entre los que se incluyen el iPhone y los AirPods, para finales de 2024, aunque según ya se ha informado, Apple está probando ya los modelos de iPhone 15 con un puerto USB-C. Sin embargo, hoy queremos centrarnos  en aquellas características y aspectos únicos que le hacen diferente.

5 características que hacen únicos a los USB-C

1. La forma del conector: en primer lugar, empecemos por la forma del conector USB-C, que como muchos ya sabéis, viene con una forma totalmente simétrica, aunque este conector ovalado presenta más ventajas al respecto.

Para empezar, es reversible. Esto significa que puedes enchufar el conector en tu dispositivo sin darle la vuelta, por lo que no tienes que preocuparte por encontrar la orientación correcta para enchufar el conector, algo que siempre nos ha molestado bastante.

Además, el USB-C pone el cargador de tu dispositivo Android un poco al mismo nivel que el conector Lightning de Apple. Al igual que el cargador Lightning o Apple Mac MagSafe, el USB-C no viene con una orientación hacia arriba o hacia abajo. Todo lo que necesitas hacer es alinearlo contra el puerto y enchufarlo.

2. Las tasas de transferencia de datos: vamos con algo realmente importante. Y es que, USB-C presume de una mayor velocidad de transferencia de datos en comparación con sus predecesores USB. El nuevo estándar entre los USB es USB4 2.0, que transfiere con un ancho de banda de hasta 80 Gbps. 

La nueva UBS4 versión 2.0 no presenta ninguna característica revolucionaria, más allá de aumentar la compatibilidad con los nuevos estándares de imagen. Esto, sin embargo, no es el caso de todos los USB-C que encontrarás en el mercado.

La tecnología bajo algunos USB-C puede ser USB 2 o USB 3.0. Este último registra 5 Gbps en términos de velocidad de transferencia. Por lo tanto, tienes que comprobar si el USB-C que vas a comprar soporta USB 3.1. Sin embargo, USB 3.2 Gen 2 puede tender un puente entre las diferentes tecnologías, ya que puede soportar hasta 20 Gbps cuando se trata de velocidades de transferencia. 

3. La carga rápida: otra característica clave que atrae a muchos usuarios al USB-C es la carga Power Delivery (carga PD). Se trata de una tecnología que permite una carga súper rápida para algunos dispositivos. Entre estos dispositivos se encuentran algunos smartphones Android y Apple que ya hemos comentado en Computer Hoy. 

A modo de comparación, el USB 2.0 puede cargar tu tablet o smartphone con 2,5 W de potencia. Mientras tanto, el USB-C PD puede suministrar hasta 120 W (o incluso 240 W) de potencia. 

Además, el cable USB-C a USB-C es bidireccional. Esto significa que el cable permite que tu dispositivo envíe y reciba energía en función de tus preferencias. Curiosamente, el USB-C también permite transferir energía a otro dispositivo mientras está en medio de la transmisión de datos dentro de la conexión.

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4. El tamaño perfecto: tal y como suele explicarse, este conector está hecho a prueba de futuro. Es decir, el USB-C es más pequeño y delgado en comparación con sus predecesores y con la forma de los portátiles actuales cada vez más pequeña y delgada, este se adapta a las dimensiones físicas y requisitos de todos estos nuevos dispositivos.

5. El conector universal: por último, algo que ya hemos mencionado antes pero que realmente es la base de su protagonismo. Aunque el USB-C se enfrenta a muchos retos, muchas empresas están considerando la interfaz USB-C como el estándar del futuro (incluso Apple).

Los fabricantes de ordenadores y dispositivos están incorporando puertos USB-C en todos sus dispositivos. Con un solo cable, puedes realizar varias tareas a la vez, lograr más cosas y maximizar tu tiempo. Desde luego, nos encontramos ante el todopoderoso conector que ha nacido para gobernarlos a todos.