Los cables HDMI se han convertido en elementos indispensables para conectar una amplia gama de dispositivos, desde portátiles y consolas de videojuegos hasta televisores inteligentes y reproductores de Blu-ray. 

Estos cables, aparentemente simples, son los encargados de transmitir las señales de audio y vídeo de un dispositivo a otro, permitiendo disfrutar de una experiencia audiovisual de alta calidad.

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No obstante, es importante tener en cuenta que no todos los cables HDMI son iguales. A lo largo del tiempo, esta tecnología ha evolucionado, dando lugar a nuevas versiones que ofrecen mayor ancho de banda, mejor calidad de imagen y compatibilidad.

Es por ello que, a la hora de elegir un cable HDMI, es importante conocer las diferentes versiones y tipos disponibles para asegurarte de que estás adquiriendo el adecuado para tus necesidades.

Estándares HDMI: 1.3, 1.4, 2.0 y 2.1

Es importante mencionar que estas conexiones se clasifican en diferentes estándares, cada uno con sus propias especificaciones, capacidades y compatibilidades. A continuación, te presentamos un resumen de los estándares HDMI más comunes.

Los cables HDMI estándar, representados por las versiones 1.3 y 1.4, son los más antiguos. Aunque todavía pueden ser útiles en algunas situaciones, su capacidad de ancho de banda es limitada en comparación con las versiones más recientes. 

El estándar HDMI 1.3 ya es bastante antiguo y, en general, no se recomienda su compra en la actualidad. Por otro lado, el HDMI 1.4 ofrece soporte para resolución 4K, aunque limitado a 30 Hz, y permite disfrutar de colores profundos y gráficos en 3D.

Por otro lado, el estándar HDMI 2.0 marca una mejora significativa en comparación con sus predecesores. Con un ancho de banda de 18 Gbps, es totalmente compatible con resoluciones 4K, así como con hasta 32 canales de audio y HDR. Esta versión es ideal para disfrutar de una calidad de imagen y sonido excepcional en tus dispositivos.

La última incorporación a la familia HDMI es el estándar HDMI 2.1, lanzado en 2017. Ofrece un ancho de banda impresionante de hasta 48 Gbps, esta versión lleva la experiencia multimedia a un nivel completamente nuevo para muchos.

Este estándar es compatible con resoluciones 8K y hasta 10K, así como con 4K a 120 Hz. Además, permite características avanzadas como HDR10+, Dolby Vision, eARC, Dolby Atmos y DTS:X, lo que lo convierte en la elección perfecta si quieres montar un cine en casa o exprimir al máximo la calidad visual en tus videojuegos.

Tipos de conectores HDMI

Además de los diferentes estándares, los cables HDMI también se clasifican por tipos de conectores. Cada conector tiene un diseño específico y se utiliza para conectar diferentes tipos de dispositivos. 

Actualmente, en el mercado se comercializan cuatro tipos diferentes de cables, que van desde el Tipo A, que es el más común y del que seguramente tú y tus conocidos tienen en casa, hasta el Tipo E, que se utiliza en la industria del automotor.

• Tipo A: Es el conector HDMI más ordinario y se utiliza para conectar dispositivos como reproductores de Blu-ray, consolas de videojuegos y portátiles a televisores, proyectores y receptores de audio. 
• Tipo C: Cuenta con 19 pines, es más pequeño y delgado que el tipo A, y se utiliza principalmente en dispositivos portátiles como smartphones, tablets y cámaras digitales.
• Tipo D: Aún más pequeño que el tipo C, el conector tipo D se utiliza principalmente en dispositivos pequeños como drones y cámaras de acción.
• Tipo E: Este conector está diseñado específicamente para aplicaciones automotrices y cuenta con una lengüeta de bloqueo para evitar que se desconecte accidentalmente debido a las vibraciones.

Cómo saber qué cable HDMI tienes y sus limitaciones

Dado que no hay una marca visible que indique la versión del cable HDMI, puede resultar complicado determinar que versión estás utilizando. Sin embargo, existen varios métodos sencillos para averiguarlo. 

Por ejemplo, puedes echar un vistazo a las especificaciones impresas en el paquete del cable, buscar etiquetas de certificación que indiquen compatibilidad con HDMI 2.0 o 2.1, o verificar el ancho de banda del cable. 

Generalmente, si el cable tiene 10,2 Gbps de ancho de banda, significa que es HDMI 1.3 o 1.4. Si tiene 18 Gbps, esto indica que tienes la versión HDMI 2.0, pero si alcanza los 48 Gbps resulta que es HDMI 2.1, que es el más actual y el más completo de todos.

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Ahora bien, es importante tener en cuenta que los cables HDMI más antiguos pueden tener limitaciones en cuanto a resolución máxima, frecuencia de actualización y funciones compatibles. 

Por lo tanto, si deseas aprovechar al máximo tu experiencia multimedia, es recomendable invertir en un cable HDMI más reciente y de mayor calidad. 

Debes tener en cuenta las limitaciones de tu dispositivo, es decir, si tienes un cable HDMI de última generación, pero tu televisor solo admite resoluciones de hasta 1080p, entonces no podrás disfrutar de las ventajas de un cable HDMI 2.1.

Si tienes un HDMI 1.3 o un 1.4, que es poco probable, ambos admiten resolución 4K, pero la resolución está limitada a 30 Hz, lo que puede dar como resultado una experiencia visual menos fluida, especialmente para contenido en movimiento.

Por otro lado, si tu cable es un HDMI 2.0, es probable que el 4K esté limitado a 60 Hz, lo que puede ocasionar una menor calidad de imagen en comparación con el HDMI 2.1 en ciertos escenarios. Además, aunque es compatible con HDR, puede tener limitaciones en la compatibilidad con algunas funciones avanzadas, como el VRR y el ALLM.

Cabe señalar que en el caso de que hayas comprado un HDMI 2.1, esto significa que podrás aprovechar todas sus capacidades, como un ancho de banda de hasta 48 Gbps, soporte para 8K y 10K, y la única pega de este cable es su precio, y que debes tener dispositivos compatibles para sacarle el máximo partido.

Es decir, debes tener un Smart TV que tenga puertos HDMI 2.1, así como puerto eARC, tanto en tu televisor como en el otro dispositivo, ya sea una consola como PlayStation 5 o un receptor de audio. Las limitaciones varían según la versión del cable HDMI que tengas, desde restricciones en la resolución y la frecuencia de actualización hasta la compatibilidad con funciones avanzadas.