Durante mucho tiempo, la creencia comúnmente aceptada era que los humanos y los dinosaurios nunca habían compartido el mismo período en la historia del planeta. Sin embargo, un estudio reciente ha desafiado esta noción arraigada y ha arrojado luz sobre una posible coexistencia entre nuestras especies y los gigantes reptiles prehistóricos. 

Esta investigación ha desencadenado un intenso debate entre los científicos y al mismo tiempo ha generado un nuevo y fascinante capítulo en nuestra comprensión de la historia antigua. El origen de los mamíferos placentarios, el grupo al que pertenecen los humanos, perros y murciélagos, ha sido objeto de controversia durante varios años. 

Algunos expertos defendían la teoría de que estas especies surgieron después de la extinción de los dinosaurios, mientras que otros argumentaban que ya existían en la misma era. 

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Humanos y dinosaurios coexistieron en la historia antigua

Durante un análisis exhaustivo del registro fósil, publicado en la revista Current Biology, ha brindado respuestas reveladoras a esta cuestión trascendental. Los investigadores utilizaron técnicas estadísticas para examinar la información contenida en miles de fósiles de mamíferos placentarios y determinaron que estos animales se originaron antes de la extinción masiva de los dinosaurios. 

Sin embargo, lo más sorprendente del estudio es que se descubrió que nuestros antepasados, incluyendo los primates que conforman nuestro linaje evolutivo, así como los lagomorfos (conejos y liebres) y los carnívoros (perros y gatos), coexistieron con los dinosaurios durante un período de tiempo breve pero bastante significativo.   

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Emily Carlisle, de la Escuela de Ciencias de la Tierra de Bristol y autora principal de la investigación, declaró lo siguiente: "Reunimos miles de fósiles de mamíferos placentarios y pudimos ver los patrones de origen y extinción de los diferentes grupos. Basándonos en esto, podríamos estimar cuándo evolucionaron los mamíferos placentarios. Pero desafortunadamente, no sabemos cómo habrían sido nuestros ancestros en ese entonces". 

La evidencia paleontológica ha demostrado que los fósiles de mamíferos placentarios solo se han encontrado en rocas con una antigüedad inferior a 66 millones de años, justo antes de la colisión de un asteroide que provocó la extinción masiva de los dinosaurios. 

De esta manera, este catastrófico evento fue el causante de la desaparición de la mayoría de las especies en la Tierra, con la excepción de las aves y algunos otros animales más pequeños.

Gracias a las investigaciones se ha demostrado que los mamíferos placentarios evolucionaron en un punto crucial de la historia de nuestro planeta, poco antes de que los dinosaurios se extinguieran. Esta coexistencia temporal entre los antepasados y los enormes reptiles ha despertado un nuevo interés en cómo pudo haber sido la vida en aquel entonces, hace millones de años. 

Si bien aún no se tiene una comprensión completa de cómo eran nuestros antepasados mamíferos en ese período, se ha sugerido que muchos de ellos eran criaturas pequeñas, como el Purgatorius, un antepasado temprano de los primates. 

Este estudio revoluciona nuestra comprensión de la historia antigua al demostrar que los humanos y los dinosaurios pudieron haber compartido la Tierra durante un período de tiempo relativamente corto. Por lo que estas revelaciones desafían las suposiciones previas e incitan a reevaluar cómo imaginamos el pasado remoto de nuestro planeta.