Las adiciones no conocen profesiones, ni convicciones. Es un drama cuando te gastas tus ahorros o los de tu familia. Pero si es el dinero de otros, puede tener consecuencias penales. A eso se enfrenta un cura católico estadounidense, tras gastarse más de 37.000 euros en microtransacciones de videojuegos de móvil como Candy Crush y Mario Kart Tour, y pagar con la tarjeta de la parroquia.

Según cuenta The Philadelphia Inquirer, vía Kotaku, el reverendo Lawrence Kozak, 51 años, ha sido acusado de robo y otros cargos criminales, tras una auditoría en la parroquia en donde daba misa.

Los contables descubrieron que, entre 2019 y 2022, este sacerdote había realizado cientos de cargos desde la App Store de Apple, en microtransacciones de videojuegos, usando la tarjeta de crédito de la parroquia.

Un sacerdote adicto a las microtransacciones de Candy Crush

La compra de crédito para videojuegos de móvil no fue el único delito. También había comprado una tablet Fire de Amazon para su ahijada.

En el interrogatorio de la policía, el reverendo explicó que la tarjeta de la parroquia estaba asociada a su móvil y a su nombre, porque estaba al cargo de diversas compras para la parroquia, que requería su trabajo como sacerdote.

Reconoció que estaba recibiendo tratamiento por su adicción al juego, y aseguró que no estaba al tanto de que los cobros de las microtransacciones de Candy Crush y Mario Kart Tour, se estaban llevando a cabo con la tarjeta de la iglesia, porque no es "un hombre que se fije en los detalles".

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Resulta extraño que te gastes 40.000 dólares en pagos a la tienda Apple, no te lo descuenten de tu cuenta personal, y no te preocupes de dónde ha salido ese dinero...

Además, en uno de los cargos de la tarjeta había un abono de 10.000 dólares de la cuenta personal del sacerdote a la tarjeta, lo que indica que quizás se arrepintió, o se dio cuenta de lo que había hecho, e intentó devolver el dinero. O era consciente de todo, y solo repuso el dinero cuando la tarjeta se quedó sin fondos para los pagos habituales de la parroquia... 

Este reverendo adicto al juego ha salido en libertad bajo fianza, tras pagar una fianza de 250.000 dólares. También ha sido relevado de su cargo como sacerdote de la parroquia. Ha devuelto cerca de 8.000 dólares, y asegura que tiene intención de devolver todo lo que se ha gastado.