A nadie le hace gracia que le pongan una multa. Aunque, seamos sinceros, en la mayoría de los casos, la multa es merecida. Pero hay un margen de error que nos permite que nos libremos de ella. Vamos a ver todas las formas que existen de que una multa sea inválida.

Todos los conductores están sujetos a unas normas de tráfico, que deben cumplir. Si eso no ocurre, pueden recibir una multa. De la misma forma, los propios radares y la Guardia civil u otro cuerpo encargado del tráfico, también están sujetos a unas normas. Y si no las cumplen, ya sea por error o por negligencia, entonces la multa debe anularse.

Es importante conocer las causas por las que una multa es inválida, porque si nos sancionan podremos saber si hay alguna posibilidad de anularla ante la DGT.

Formas de librarte de una multa de la DGT

Nuestro compañero Aarón Pérez ha estado recopilando todas las formas de anular una multa, en Auto Bild. Vamos a repasarlas.

Recuerda que, si recibes una multa, deberás pagar entre 100 y 600 euros, y la retirada de 2 a 6 puntos del carné de conducir.

¿Cuáles son las multas más caras que me pueden poner al volante de un coche?

Para ponerte una multa, es necesario que el radar haga dos fotografías. Una con una visión general del coche, y otra con un primer plano de la matrícula. Si una de las fotos sale mal o borrosa, o no se puede identificar claramente que es tu coche, la multa se puede invalidar.

Hacer una foto a un vehículo en movimiento no es sencillo, y es complicado para una cámara ser 100% preciso. Por eso la ley establece un margen de error de entre un 3 y un 7%, según el radar y la velocidad que permite la carretera.

Esto significa que si te has pasado de velocidad por muy poco, y el valor es entre un 3 y un 7% mayor de la velocidad permitida, podría entrar dentro del margen de error, y la multa es inválida.

Un pueblo francés toma una solución drástica para que los coches reduzcan la velocidad

Otra forma de reclamar una multa de tráfico es pedir el certificado de homologación, una revisión periódica de los radares, para comprobar que la velocidad que marcan, se corresponde con la realidad. Si el radar no ha superado la homologación o ya le toca otra revisión, las multas que procese se pueden considerar inválidas.

El último caso es que el radar no esté ubicado en el lugar correcto. Es algo que puede pasar con un radar móvil.  Por ejemplo, si hay una señal de cambio de límite de velocidad, y el radar multa en función de una señal anterior, o siguiente.

Conociendo todas las formas en las que una multa de tráfico es inválida, podrás evaluar si te merece la pena hacer la reclamación. ¡Buena suerte!