Una de las mayores amenazas para las grandes empresas de streaming, como Netflix, Apple y Disney, ha sido la piratería, específicamente a través de servicios IPTV. Pero, parece que los gigantes están recuperando el terreno. 

Según un informe reciente de Cordcuttersnews, han conseguido clausurar varios de los servicios de IPTV más importantes del mundo. Uptobox y Uptostream, dos pilares en el mundo de la piratería digital, operaban ofreciendo a sus usuarios acceso a vastas bibliotecas de contenido, incluidos títulos de cine y televisión protegidos por derechos de autor. 

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Estas plataformas atraían a una audiencia masiva, especialmente de Francia, Indonesia, India y México, registrando impresionantes 1.5 mil millones de visitas en tan solo los últimos tres años en vigencia.

Visualicemos el impacto: imagina que cada habitante de Madrid accediera a este servicio aproximadamente 217 veces en ese periodo de tres años. Es decir, podría haber visto todos los partidos de la Liga gratis (o por un precio muy inferior), más los que más le interesaran de Champions y Copa.

De haberlo pagado, le habría costado unos 1.620 euros en total con el pack de todo el fútbol de Movistar (45 euros al mes). Eso nos da una idea de la magnitud del problema para los titulares de derechos y la preocupación de consumidor. Si multiplicamos por la cantidad de visitas de los sitios, imagina el dinero perdido. En Netflix, por ejemplo hablamos de 467,64 euros para una cuenta estándar. 

Una alianza de grandes empresas del entretenimiento contra la piratería

El cierre no ha sido a causa de un esfuerzo individual. La Alianza para la Creatividad y el Entretenimiento (ACE), que representa a un creciente número de empresas mediáticas, incluidas Netflix, Apple, Disney, NBCUniversal, Sony y más, está detrás de este cierre. ACE se ha dedicado a proteger el mercado legal y reducir la piratería digital.

Jan van Voorn, alto representante de ACE, declaró: "La acción que anunciamos hoy demuestra que incluso las operaciones de piratería más sofisticadas no están por encima de la ley". Esta fuerte declaración subraya la determinación de la industria por proteger su contenido y derechos de autor.

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La alianza surge en un contexto en que finaliza una huelga de guionistas, y está por finalizar la de actores, mediante las que se han conseguido mejoras salariales a los creadores y artistas, más protección contra la inteligencia artificial y más pagos por derechos posteriores.

Por supuesto, todo lo pagarán los usuarios en subidas de precio. Las compañías de streaming también han imposibilitado las cuentas compartidas y cada vez añaden modalidades con publicidad. En el deporte ya prácticamente es imposible ver partidos en abierto, o sin una suscripción costosa al mes.

Grandes cierres, uno tras otro, y la misma respuesta del usuario

Flawless cerró hace unos meses con penas de hasta 30 años de prisión. Durante su existencia, ofreció transmisiones a más de 50.000 hogares en el Reino Unido, y aunque su interrupción fue celebrada por los titulares de derechos, el público lamentó la pérdida de un acceso asequible a eventos deportivos que aseguran que no se pueden permitir.

La gran macroperación en Países Bajos que se saldó con la incautación de un centro de datos con 1.200 servidores para flujos ilegales de IPTV, se preveía un éxito. Aproximadamente un millón de hogares en Europa se vieron afectados por el cierre, con gastos estimados en 93 millones de euros al año por servicios piratas. 

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A pesar de este esfuerzo, los servicios ilegales retomaron sus operaciones, adaptándose rápidamente y conectándose nuevamente con sus clientes. El fracaso evidenció la complejidad de erradicar completamente las plataformas ilegales de IPTV.

Zoro.to, el principal sitio de anime pirata con 205 millones de visitas mensuales, cambió su nombre a Aniwatch para eludir sanciones de Google y servicios antipiratería. Aunque la plataforma mantiene su contenido, este movimiento busca reiniciar el conteo de enlaces retirados por la DCMA, evitando un bloqueo potencial. 

El cambio generó descontento entre los usuarios, y es un reflejo de las tácticas que emplean los sitios piratas para continuar operando a pesar de las medidas legales en un sector  con menos persecución que el fútbol.

Nuevas reglamentaciones para la lucha contra la piratería 

Este mismo año, sobre todo impulsados desde el sector deportivo y organismos como la Premiere o La Liga se han conseguido nuevas armas legales como el bloqueo en tiempo real de las ISP potencialmente piratas de base, antes de que emitan el contenido.

Además, la propia Liga ha manifestado su intención de bloquear torrents, dispositivos con posibilidad de reproducir contenido ilegal e incluso autoridad para meterse en los teléfonos privados para eliminar aplicaciones.

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Las acciones de la ACE muestran la seriedad con la que se toma la protección de contenidos. Pero también es un recordatorio de la necesidad de servicios asequibles y accesibles. Queda una pregunta en el aire. Sin dudar del multimillonario lucro ilegal que hacen algunos con la piratería. ¿Sería esto posible si hubiera un servicio asequible para el usuario? 

¿Cuánto cuesta todo este esfuerzo que lucha con los contenidos ilegales? ¿Que pasaría si se rebajara todo este presupuesto en precios? Si las grandes plataformas pueden ofrecer contenido variado a precios razonables, ¿podríamos ver una disminución en la demanda de servicios piratas que, por otra parte, vuelve a resurgir una y otra vez después de ser cerrados.?

En una era donde el contenido es rey, proteger los derechos de autor es vuelve esencial, pero, ¿para quién? ¿Solo para los distribuidores o creadores? Mientras que plataformas como Netflix, Apple y Disney celebran este cierre, el desafío continúa. La demanda de contenido asequible y de calidad sigue siendo alta, y el mercado tendrá que adaptarse, de una manera u otra.