Alzheimer a los 30 años: la cara B de una enfermedad que también afecta a los jóvenes

El Alzheimer de inicio temprano existe y es una forma menos común pero bastante más agresiva de la enfermedad que afecta a personas en edades más jóvenes.
La enfermedad de Alzheimer es a menudo considerada como una afección que afecta únicamente a personas mayores. Sin embargo, sorprendentemente, alrededor de 3,9 millones de personas en todo el mundo, con edades comprendidas entre los 30 y los 64 años, viven con la enfermedad de Alzheimer de inicio temprano.
Recientemente, la periodista y locutora inglesa Fiona Phillips, de 62 años, compartió públicamente que le habían diagnosticado esta enfermedad. En una entrevista, reveló que los principales síntomas que había experimentado antes de su diagnóstico eran niebla mental y ansiedad.
En el caso del Alzheimer de inicio temprano, los síntomas pueden comenzar mucho antes, incluso a los 30 años en casos raros, aunque generalmente se diagnostica entre los 50 y los 64 años.
Además, a diferencia de la forma común de la enfermedad, donde la pérdida de memoria es un síntoma predominante, las personas con este tipo de Alzheimer suelen presentar otros síntomas, como dificultad para prestar atención, problemas con la coordinación de movimientos y una disminución de la conciencia espacial.
Una enfermedad más agresiva si afecta en edades tempranas
Aunque estas personas pueden tener un menor deterioro cognitivo en el momento del diagnóstico, los estudios han indicado que experimentan cambios más rápidos en el cerebro en comparación con aquellos con el tipo de Alzheimer que conoces y que se ve personas mayores.
El problema es que esto sugiere que la enfermedad puede progresar de manera más agresiva en los casos de inicio temprano, lo que podría explicar por qué la esperanza de vida de las personas con este tipo de Alzheimer suele ser alrededor de 2 años más corta que la del resto de pacientes.
En el estudio también se menciona que la genética desempeña un papel importante en aproximadamente 1 de 10 diez casos de Alzheimer de inicio temprano. Hasta ahora, se han identificado 3 genes (APP, PSEN1 y PSEN2) relacionados con esta forma de la enfermedad.
Estos están asociados con una proteína tóxica llamada beta amiloide, que se cree que contribuye al desarrollo del Alzheimer. Cuando estos genes presentan mutaciones, se produce una acumulación de beta amiloide tóxico, lo que está vinculado a los síntomas de esta enfermedad.
Con todo esto, ¿qué pueden hacer las personas frente a esta realidad? En algunos países a las personas diagnosticadas con Alzheimer de inicio temprano se les pueden recetar medicamentos que ayudan a controlar los síntomas.
Sin embargo, en los Estados Unidos, se han aprobado terapias que pueden retrasar la progresión de los síntomas, pero solo se han probado en personas con Alzheimer de inicio tardío, por lo que no está claro si tendrán el mismo efecto en estos casos.
Si bien no es posible modificar la genética y reducir el riesgo, algunas investigaciones respaldan la idea de que se puede fortalecer la resiliencia contra la enfermedad mediante un estilo de vida más saludable.
Otros artículos interesantes:
- Este cambio en la retina podría ser un signo oculto de alzhéimer
- Esta técnica de respiración podría reducir el riesgo de Alzheimer, según los expertos
- El mejor altavoz para ser el alma de la fiesta en el camping del festival este verano
Descubre más sobre Carolina González Valenzuela, autor/a de este artículo.
Conoce cómo trabajamos en Computerhoy.